Seydisfjordur

Seydisfjordur se ha consolidado como uno de los lugares más visitados de Islandia gracias a sus hermosos paisajes, su llamativo centro histórico y su puerto para cruceros y ferris.

Entre montañas y a orillas de uno de los fiordos más hermosos de Islandia se encuentra Seydisfjordur, un pequeño pero hermoso pueblo típico islandés que bien merece una visita.

Historia

La historia de Seydisfjordur tal y como lo conocemos ahora no comienza hasta principios del siglo XIX, cuando el pueblo se fundó como un pequeño enclave comercial. Sin embargo, el auge de la pesca del arenque hizo que, años más tarde, Seydisfjordur se constituyera como la localidad más próspera del este de Islandia.

De hecho, la mayor parte de los edificios del pueblo tiene su origen en aquellos años dorados, en los que multitud de comerciantes noruegos se establecieron en Seydisfjordur. Muchos de estos pintorescos edificios de madera fueron traídos desmontados desde la propia Noruega, por lo que parar en Seydisfjordur puede ser casi convalidado como una visita a un pueblo de los Fiordos Noruegos.

Décadas más tarde, después de haber servido como base para los ejércitos estadounidenses y británicos, Seydisfjordur entró en una depresión económica tras la paulatina recesión de la industria del arenque. Hoy la ciudad continúa viviendo de la pesca (de otras especies), de la artesanía y del turismo, ya que el puerto de Seydisfjordur se ha consolidado como una de las paradas principales en cualquier crucero por Islandia.

¿Qué ver en Seydisfjordur?

Pese a su pequeño tamaño y a que su principal encanto reside en pasear por sus pintorescas calles mientras se admira el entorno natural del fiordo y las montañas, Seydisfjordur cuenta con monumentos y puntos de interés.

  • Carretera de acceso a Seydisfjordur: Aunque no es un monumento en sí, la carretera que permite el acceso a Seydisfjordur es tan impresionante como sinuosa. Tras subir por la montaña, la carretera a Seydisfjordur baja hacia el pueblo en una sucesión de curvas cerradas rodeadas por montañas nevadas y un sinfín de pequeñas cascadas que acompañan al visitante hasta el mismo centro del pueblo. Esta carretera es tan famosa que ha sido elegida como uno de los escenarios de la película La vida secreta de Walter Mitty, protagonizada por Ben Stiller.
  • Iglesia Azul: La Iglesia Azul es uno de los símbolos de Seydisfjordur. Pese a que su interior es austero y difícil de descubrir, ya que normalmente la iglesia está cerrada, su inolvidable exterior de color azul pastel acompañado por las montañas nevadas de la zona hace de la Iglesia Azul una de las estampas más famosas de Islandia. Si optáis por viajar a Islandia en verano, podéis disfrutar en el interior de la Bláa Kirkjan de conciertos de música clásica o jazz por un precio aproximado de 3000 ISK.
  • Monumento de la avalancha: Se encuentra junto a la Iglesia Azul, y es un excelente punto de partida para conocer las diversas avalanchas que ha sufrido la ciudad de Seydisfjordur a lo largo de su historia. Este monumento rinde homenaje concretamente a la avalancha de 1996, en la que afortunadamente no murió nadie.
  • Arcoíris de Seydisfjordur: Seydisfjordur, al igual que Islandia, es un pueblo muy abierto con la comunidad LGTBI. Por ello, los habitantes del pueblo decidieron pintar un llamativo camino de baldosas multicolor en homenaje a la bandera del arcoíris y como símbolo del respeto y la tolerancia. El contraste de este arcoíris con el color de la Iglesia Azul lo convierten en uno de los puntos más fotogénicos de Seydisfjordur. ¡Perfecto para subir una foto a Instagram!

 

¿Cómo llegar a Seydisfjordur?

La forma más cómoda de llegar a Seydisfjordur durante vuestra ruta por Islandia es con un coche de alquiler. Así, circulando por la Ring Road, simplemente tendréis que desviaros por la carretera 93 a la altura del pueblo de Egilsstadir y disfrutar de un camino serpenteante y precioso de una media hora, apto para cualquier tipo de vehículo

Otra forma de llegar a Seydisfjordur es a través de un crucero a Islandia. Son muchas las embarcaciones que llegan semana tras semana en verano a esta pequeña localidad que sirve como puerta de entrada a Islandia para muchos turistas.